
Al observar la nube de palabras más frecuentes en los testimonios de las viajeras extranjeras en tierras portuguesas acerca de las colecciones, jardines y museos; no cabe duda, de que se producen la mayor parte de ellos en forma de descripciones. La cantidad y diversidad de objetos, las cualidades de los anfitriones y las tipologías son alguno de los datos que se pueden extrapolar de información visualizada a través de esta técnica.
Cabe, sin duda, un análisis más exhaustivo del contenido y la narrativa de los testimonios. Lo abordaremos desde la técnica que permite comentar un texto literario a razón de que así son considerados por los propios autores y se producen como tales (cartas, libros de viajes etc.). Entraremos en más detalle para cada uno de los testimonios. Los testimonios se produjeron en varios idiomas. Para este análisis se los recogió a través de un software de reconocimiento de imagen (Prizmo) y la traducción de todos ellos al español por medio de DeepL Pro.
Janet Schaw, una escocesa en la década de los 70 del siglo XVIII, visita el Jardín Botánico de Ajuda. Su testimonio es una descripción crítica profundamente disconforme: desde la perfección de cierta pero, atrayente, fealdad del edificio; pasando por unas aves mudas hasta el hedor que provoca la mala conservación de diversas especies felinas en un zoo.
En su libro de viajes, por España y Portugal, la Duquesa francesa Laura Permon, visita los jardines y laboratorios de Quinta del Marqués de Abrantes , el Jardín Botánico de Ajuda y los Museos de la Universidad de Coimbra en la primera década del siglo XIX. Sobre los primeros, resalta el cultivo de especies no endémicas y los esfuerzos de sus anfitriones por aclimatarlas así como el exotismo y el carácter excepcional parejo a la colección. la importancia de los laboratorios y los experimentos físicos. Sobre el segundo una breve nota de gusto y asiduidad. De los últimos, queda menos impresionada por el desorden manifiesto aunque elogia los trabajos taxonómicos del encargado en el pasado.
En su Diario de primeras décadas del s. XIX, la inglesa Clarissa Trant, agradece la buena acogida en el Museo Universitario de Oporto.
El Diario de Bertha Grey, cómo ella misma se encarga de constatar en su título, es escrito unos años después del viaje echando la vista atrás desde su residencia londinense. Quizás por esta razón, el texto está en tercera persona describiéndose a sí misma desde fuera como protagonista del relato. Comienza siendo una nota de agradecimiento por la cordial bienvenida de los anfitriones pero acaba haciendo constar la infructuosa culminación de sus expectativas dada la falta de excepcionalidad percibida después de su visita al Museo de Évora.
En libro de cartas desde Lisboa, de la inglesa Marianne Baillie , se describe una visita el Museo de Ajuda en 1823. Su comentario es muy breve pero intenso. Una descripción crítica basada en el choque cultural.
En el suyo propio, Costumbres y tradiciones de Portugal, Julia Pardoe 1827, describe el poco interés que le genera el Jardín Botánico de la Universidad de Coimbra en una descripción crítica con la valoración de cantidad por encima de calidad.
Dora Wordworth escribe un Diario sobre su estancia en Portugal y sur de España, hacia la mitad del siglo XIX. En él se encuentra el testimonio sobre su visita a la Quinta del Marqués de Abrantes, el Museo de Oporto y la galería de pintura de la Real Academia de Bellas Artes. Su descripción se centra en la enumeración de ejemplares llamativos aunque es especialmente crítica con la disposición (lo que hoy llamaríamos criterios museográficos) y la calidad de los tesoros. No obstante, reconoce cierto «gusto inglés» en las propiedades del Marqués.
En torno a la misma fecha otra viajera, Emmeline Stuart-Wortley, relata en su libro de viajes por Portugal y Madeira, su visita al Jardín de la Escuela Politécnica, la Galería de la Biblioteca Pública, la Galería de a la Academia de Bellas Artes pero, sobre todo, la colección de coches. Es en esta última donde el testimonio hace especial énfasis destacando el contraste entre carrozas exuberantes y pobres. Declara, una y otra vez, el exotismo de poseer y mostrar una colección de carruajes También manifiesta sus dudas acerca de la calidad de las pinturas de la Real Academia y destaca la calidad , sin «peros» del Jardín Botánico.
Catherine Jackson, empleando el arcaismo Lusitania, describe de forma irónica, en su libro de viajes, los esplendores de la colección de reliquias de la monarquía a mitad de la década de los setenta del siglo XIX. Hace mención a los comentarios ‘autocríticos’ del guía local que les acompaña en la visita al Museo Portuense.
Por último, Maria Letizia Ratazzi, visita la Colección privada del industrial burgués Pedro Daupias de la que da cuantiosa información (véase nube de palabras). El texto tiene, fundamentalmente, forma de nota biográfica entrelazando caracteristicas de la personalidad del propietario con la forma y evidencias de la colección que se le muestra. Hace una crítica a el caracter privado de las colecciones de estos burgueses que aún habiendo nacido portugueses no comparten las bellezas coleccionadas. Hace, por tanto, una crítica clasista al criterio de coleccionismo privado: considerado un lujo para el disfrute limitado y producto de un frenesí del que colecciona por gusto de forma compulsiva. La descripción de la visita a el Jardín Botánico universitario de Coimbra es muy diferente en su forma, casi literaria. Manifiesta satisfacción por los experimentos y los ejemplares allí mostrados.
Aunque el objetivo de la entrada es dilucidar la imagen de museos, tal y como eran percibidos, por la lente de unas viajeras de hace dos siglos de naciones coloniales, parece interesante, indagar en alguna nota biográfica que permita identificar ‘quienes eran estas mujeres‘ ya que escriben, por lo general, haciendo uso de formas literarias personales.

Lady Janet Schaw 1731-1801. El prefacio de su obra Diario de una dama de calidad fue escrito en los años veinte del s.XX tras hallazgo casual por Evangeline Walker, la cual, gentilmente nos brinda una visión de conjunto de obra y autora.
El Diario relata los viajes desde Escocia a América pasando por, entre otros lugares, Portugal. De la autora, nos dice su prologuista, fue una dama lo suficientemente aventurera como para estar dispuesta a pasar las incomodidades de semejante travesía acompañando a su hermano y su pequeño grupo. Hay una cierta calidad literaria en en el texto, como podemos deducir de la descripción hecha del conjunto de la obra en el prólogo. Um personaje cómico y otro casi mágico, el elemento romántico que encuentra en los marinos durante la travesía y la forma de acercarse a los lugares como pequeños reinos de madera. El humor y las descripciones de los otros como parientes, tan vividas y humanas enfatizan ese caracter literario.
El diario según palabras de la autora no es regular y remite a sentimientos inmediatos. Por su lado, la prologuista lo encuentra caprichoso y refrescante a la vez que preciso. Los prejuicios y la antipatía hacia lo diferente también encuentran lugar en la obra aunque mediados por un inusual amplitud de mira y un respeto hacia las ideas religiosas de los otros. De carácter conservador, no deja sus prejuicios de lado, pero es humilde y su narración serena. Consideró que un inglés viajando es laxo en su conducta moral pero su pasión y su humor la alejan del peligro de caer en el provincianismo.

Duquesa Laura Permon de Abrantes 1784-1838 se declara partícipe de la manía occidental de escribir sus memorias, las cuales, además, considera un deber dada la importancia de los sucesos históricos de que fue testigo. Reclama para su relato autenticidad aludiendo a la conexión de su familia con la de los Bonaparte. Considera necesaria su narración en un mundo globalizado y apela a su autenticidad en la posibilidad de recurrir a las fuente autógrafas. El deber que otorga mayor autenticidad, es sin embargo, de carácter personal: recuperar la memoria de su marido

Clarissa Trant (1800-1844), nacida en Portugal e hija del gobernador de Oporto se educa entre Inglaterra y Portugal. Es una escritora de no ficción que rechazó varias propuestas de matrimonio para después morir en un parto.

Bertha Grey escribe incurriendo en un deliciosa contradicción un relato ficcionado de hechos que tuvieron lugar. De este hecho narrativo da cuenta en el prólogo de su obra Portugal y los viajeros jóvenes, en el que en en el aludido tono, da cuenta del carácter mezquino de un pueblo a pesar de el cambio en un gobierno aún más mezquino.

Marianne Baillie (1788-1831) en el prefacio de su libro Lisboa en los años 1821,1822 y 1823 Vol.1 confiesa que las cartas que contienen no fueron escritas con la finalidad de ser publicadas y que fueron escrita en una época convulsa por la guerra. En cualquier caso la autora participa del prejuicio del antropólogo decimonónico: hay que penetrar en la cultura del nativo por hostil que esta sea. Con la finalidad de asentarse en el «prejuicio» citará a autores coetáneos. Equipara la situación de una monarquía débil y la mala educación del pueblo portugués. Hacia el final de prefacio, la autora muestra sus escrúpulos de ser demasiado visceral con un pueblo debilitado, a fin de cuentas, aliado fiel de Gran Bretaña y que de tantos beneficios la provee, entre ellos, el vino de las Madeira.

Julia Pardoe (1806-1862), fue una narradora miscelánea que sintió inclinación literaria desde muy joven. Gran orientalista y escritora de novelas históricas.

Dora Quillinan (1804-1847), se casó con un poeta con el que viajo y dibujó profusamente las obras de artes de Portugal y el sur de España dando forma a un libro de viaje publicado años después. Fue tal su talante detallista que se la acusó de ser espía. Su monumento fúnebre (un campo de flores) puede aún contemplarse en junto a la iglesia de Rydal.

Lady Emmeline (1806-1855) encarna el estereotipo de la viuda inglesa aristócrata y rica que viaja a oriente. En uno de estos viajes hallaría la muerte, después de, viajar por los occidentales Estados Unidos ganando cierto reconocimiento como escritora de viajes.

Lady Catherine Jackson (1824-1891) fue una historiadora de la política inglesa relacionada con la diplomacia por medio de su matrimonio. En viudedad regresa a los géneros literarios que cultivara en su juventud, a través de los libros de viaje.
En el prefacio de su obra la autora comienza enumerando los principales prejuicios británico sobre Portugal: su fealdad y el carácter bárbaro de sus habitantes. Un prejuicio, mostrará, deviene de los propios literatos portugueses. La autora alude a la rudeza de las relaciones anglo-lusitanas en parte debidas al desconocimiento de la lengua y a una suerte de inferioridad cultural asumida que sólo se ve resarcida ante la puesta en valor del extranjero. Se ha producido entonces una especie de «naturalización de la superioridad colonial» y, Portugal parece ser tratado como una colonia hasta el punto de lamentar que no lo sea.
En contra de todo lo anterior se expresa con posterioridad la autora empezando por reclamar la necesidad de no menospreciar y conocer la lengua portuguesa. Una lengua que dará acceso no sólo a la patrimonio literario sino al de todo tipo que conserva el «exigible» grado de exotismo pintoresco. Exige a sus compatriotas un trato amable y justo. Lo hace escribiendo años más tarde a su estancia lo cual puede leerse casi como un imperativo moral.

Lady Jane Leck en su breve prefacio advierte de la escasa atención turística que recibe una parte de la península que vale la pena a pesar de cualquier incomodidad. Al igual que otras autoras, considera necesario el conocimiento de la lengua, así como, unos buenos modales paciencia y sentido del humor para que el viaje se fije en la memoria y su relato mueva el deseo de conocer de otros, como declara constituyen sus propias motivaciones.

Letizia Ritazzi, señora, condesa y hasta princesa. Lo primero que llama la atención de esta lady es lo complejo de su árbol genealógico. Perteneció a la familia Bonaparte de la que pronto se emancipó ganando su propio dinero como una de las principales escritoras del XIX. Su Portugal a vista de pájaro es un ejemplo.
¿Qué hay de los lugares visitados en la actualidad?
¿Podemos visitarlos?
¿Han llegado a nuestros días?
Un dato interesante del Jardín Botánico de Ajuda es que sigue conservando la colección botánica original de Domingos Vandelli coetáneo de nuestras viajeras.
http://www.isa.ulisboa.pt/jba/apresentacaoEl Jardín botánico de la Universidad de Coimbra ha crecido hasta llegar a 13 hectarias. La parte superior en terrazas supone la conservación del jardín de inspiración neoclásica de los jardines europeos. La zona baja más moderna y boscosa.
https://www.uc.pt/jardimbotanicoJardim Botânico-Museu de Historia Natural, antes llamado de la escuela politécnica fue considerado una herramienta de enseñanza moderna hasta la revolución liberal. La colección histórica contiene No se ha realizado ninguna obra que altere el trazado original.
https://museus.ulisboa.pt/pt-pt/jardim-botanico-lisboaEl Museo de el obispo Cenáculo es hoy uno de los museos nacionales localizados en la capital del Alentejo: Évora. El Museo de Évora es pinacoteca, museo arqueológico y de artes decorativas en la actualidad. Se localiza en pleno centro entre el templo de Diana (templo romano) y la Catedral de la ciudad.
http://www.patrimoniocultural.gov.pt/pt/museus-e-monumentos/rede-portuguesa/m/museu-de-evora/Parque Botanico-Tapada de Ajuda. Antes del Rey Joao IV como reserva para la caza son a día de hoy una importante reserva forestal construida en el siglo XVII y modificada en el década de los cuarenta del siglo XX.
https://www.isa.ulisboa.pt/visitantes/tapada-da-ajudaJardim botânico da Universidade do Porto. Primero una Quinta fundada en el siglo XVIII con vistas a la desembocadura del Duero. Fue adquirida por un médico francés y luego, de la invasión napoleónica, fue confiscada por el estado. Todavía sufriría modificaciones durante todo el siglo XX y XXI hasta su aspecto actual.
https://jardimbotanico.up.ptReferencia principal:
Brigola, J.C. (2010). Os viajantes e o ‘livro dos museus’. Dafne Editora. Porto.
Referencias secundarias:
A.A.V.V. (2006). Jardines botánicos de España y Portugal. Asociación Ibero-Macaronésica de Jardines Botánicos. Servicio de publicaciones de la Universiad de Alcalá. Madrid.
Abrantès, L. J. (18). Memories of Madame Junot (Duchesse D’Abrantès). Disponible en:
https://archive.org/details/memoirsofmadamej01abra/page/n17/mode/2upStuart-Wortley, E. (1854). A visit yo Portugal and Madeira. Disponible en:
https://archive.org/details/avisittoportuga00unkngoog/page/n6/mode/2upBaillie, M. (1825). Lisbon in the Years 1821, 1822 and 1823. Murray. Disponible en:
https://books.google.es/books/about/Lisbon_in_the_Years_1821_1822_and_1823.html?id=pXFPAAAAcAAJ&redir_esc=yCastilla, F. M. A., & García, J. A. S. (2012). La Princesa de Solms, Condesa Rattazzi y Marquesa de Eute, Marie Laetitia Bonaparte – Wyse: Genealogía de la Princesa Rebelde. Trastámara, revista de Ciencias Auxiliares de la Historia, 9 (enero-junio), 127-152.
Grey, B. (1830). Portugal, Or, The Young Travellers: Being Some Account of Lisbon and Its Environs, and of a Tour in the Alemtéjo, in which the Customs and Manners of the Inhabitants are Faithfully Detailed. Harvey and Darton.Jackson, L. C. C. (1874). Disponible en:
https://books.google.es/books?id=XBPzi6Oe1gwC&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=falseJackson, L. C. C. (1874). Fair Lusitania. Bentley. Disponible en:
https://books.google.com.uy/books?id=RH8BAAAAQAAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=falseLeck, J. (1884). Iberian Sketches: Travels in Portugal, and the Northwest of Spain. Wilson & McCormick. Disponible en:
https://books.google.es/books/about/Iberian_Sketches.html?id=gccUAAAAYAAJ&redir_esc=y